Sant Pere de Casserres

Entre los que no pudieron ir, los que no quisieron ir y los desconocedores que se iba... al final, sólo tres intrépidos aventureros decidieron partir a tierras Osonencas, para ver el monasterio de Sant Pere de Casserres.

Amigos, vale la pena ir. El paisaje es precioso, el camino desde el parador una gozada y lo mejor de todo, es que el monumento está bien cuidado y es muy atractivo para los ojos del visitante, con una exposición que permite contemplar, gracias a su abandono y posteriorreconstrucción, un monasterio que apenas si ha cambiado.

Llegar fue muy sencillo y, aparcando en el mirador que daba al antiguo campanario de la iglesia de Sau dentro del pantano de Sau, decidimos ir a pie hasta el monasterio. Aprovechando que al final no quiso apuntarse nadie que tuviera alergia a andar, caminamos tres kilómetros por un sendero que ofrecía una vista singular, y a veces peligrosa del río Ter. Al cabo de unos tres cuartos de hora, ya nos encontrábamos en el restaurante que da la bienvenida al viajero, desde el plano donde se encuentra el monasterio.

Una vez allí, decidimos reposar un poco y seguir nuestro viaje hasta el sacro edificio. Entrar cuesta 3€, que pagué a regañadientes, pero luego pensé con gusto que al menos servían para algo; y es que el monasterio está bien cuidado, bien restaurado y su exposición, aunque simple, es muy bonita e interactiva. Se puede visitar prácticamente todo el edificio, lo único que no pudimos ver fue la parte alta del campanario, y seguramente se debía a unas escaleras mugrientas y podridas que conducían hasta arriba... casi mejor que no subo.

En una de las habitaciones, pudimos disfrutar de una presentación audiovisual donde nos contaron la historia del lugar, bueno y la leyenda también... curiosa leyenda que habla de un niño que conversaba a los 3 días de haber nacido, murió 27 días después y sus restos fueron transportados por una mula que decidió quedarse justo en ese sitio; donde después, los padres de la criatura levantarían un castillo con una capilla que llevara a San Pedro como patrón. En las otras estancias del lugar pudimos encontrar unas curiosas maquetas que reproducían la habitación. En cada una de ellas, una miniatura, de Darth Vader según algunos y el emperador Palpatine según otros, instruía sobre las prácticas que se llevaban a cabo en la habitación. Además, en muchas de las habitaciones, objetos y mobiliario que podiamos probar, como unas camas, cuyo somier eran unas sogas y su colchón unos sacos de esparto... pura comodidad.

La verdad es que vale la pena ir, yo volveré...

Si alguno se anima, debeis saber que los lunes no festivos (el martes si es festivo el lunes) está cerrado, y el 25 de diciembre también... por si quereis pasar la navidad en un Monasterio... la segunda quincena del mes de enero también está cerrado, por vacaciones. Los teléfonos para pedir visitas guiadas son el 608 892 200 y el 93 744 71 18. Si quereis comer en el restaurante podeis pedir la reserva en estos números, también... de hecho os recomiendo que hagais la reserva si teneis la intención de comer allí, por qué tenía pinta de llenarse todos los días.

Finalmente, volvimos al coche y nos fuimos a comer a un restaurante en Tavérnules... comimos de muerte, DIOS! como estaba el entrecotte a la piedra!!! y la factura no fue elevada, normal para la zona. Así que, nada! después de dar un paseo por el pueblo para bajar la comida... sólo quedó volver y eso hicimos.

Un sitio precioso... todo, en general. Así que si alguien lee esto y no sabe que hacer un día del fín de semana, le recomiendo que se pase a ver este monasterio muy cerca del pantano de Sau, en un entorno natural cojonudo!!!

SithWolf